Hace tiempo que siento que en mi alma
hay un vacío inmenso,
no se si lo que tengo es lo que quiero
pero sigo buscando en mi universo
algo que llene todos mis espacios,
algo que me desborde cual represa
cuando al caer la lluvia en la tormenta
hace estallar con fuerza sus compuertas
y fluye a borbotones,sin sosiego
inundándome,ahogándome sin miedo.
Quiero escapar cual ave de su jaula,
quiero volar,abrir las alas de mi alma
y echar a andar mis sueños,tal vez locos,
tal vez inexistentes o sin norte,
sin cielo,sin final,sin horizonte,
ser ave errante,libre como el viento,
soltar las melodías más osadas,
desordenar mis cosas ordenadas,
dejar atrás todo lo estructurado,
romper con esos límites pesados
que hacen de mí,un ser desconocido
que tiene algún lejano parecido
con el que desde adentro,aún reflejo
cuando en algún descuido,se cuelga de mi espejo.
Dónde están los acordes que tejía
con ilusión de niña,con inmensa alegría,
con movimiento grácil sobre aquel encordado
que por primera vez depositó mi padre entre mis manos?
El, puso en mi el arrullo de los vientos,
el, me enseñó a escucharme desde adentro,
el, me impulsó a seguir mis sentimientos
en pos de libertad y sin remordimientos.
Pues la vida es un canto,acaso todo un arte
que no puede pasar sin trastocarte,
que no ha de permitir que uno se mienta,
ni que deje de hacer lo que se sienta.
Para que cuando seas sólo un ente,
un recuerdo fugaz,un ánima silente
puedas verte,ya etéreo,sutil y vaporoso
como un halo de amor,pleno de gozo
con tu esencia feliz de haber cumplido
con lo que el corazón te haya ofrecido.
Arcoiris,10/08/10
