Has llegado hasta mí sin darme cuenta
que entrabas en mi alma,como un rayo de luz,
iluminando todos mis vacíos,
regando de esperanzas mis tristezas.
Te fui queriendo y casi sin quererlo,
sentía en mi el calor de tus palabras
y con ellas,la dicha de mi alma
tejió una melodía transparente,
cálida y suave,sutil y diferente
para arrullar tu sueño en tibias noches.
Trajiste entre tus manos una nube
llena de amor,de besos y caricias
para darme calor,desde allá lejos,
el calor de tu Isla y de tu risa.
Te imagino muy bello e inteligente...
de sonrisa muy fresca,
mirada transparente,
grácil y leve,
tierno y diferente,
como la luz que irradia el sol sobre un torrente
y lo convierte en miles de colores
que salpican,con brillo iridiscente
a las piedras opacas
como mi alma.
Y que al humedecer con tu frescura,
devuelves el calor y la ternura,
la magia y la alegría que hace tiempo
estaba en mí,perdida.
Arcoiris,9-7-8.
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